נאם הצעיר משה בן לא"א ב"ר יעקב קורדואירו בראותי ימי הילדות חלפו עברו למו ברדפי כל תאוה ויכלו באפס תקוה. ויהי בהגיעני קוני אל שנת העשרים ושער צהוב צמח ויעירני קוני כאיש אשר יעיר משכתו ואומרה אל נפשי עד מתי תתחמקין הבת השובבה עד מתי תשתכרין הסירי את יינך מעליך עד מתי ילין בקרבך מחשבות אונך ותשכח ה' עושך ויוצרך מבטן ועתה קומי קראי אל אלהיך ותשקוד על דלתותיו יום יום ורפא את מזבח ה' ההרוס. ויהי כשמעה את קול הקריאה הומה ותאמר אקומה נא ואסובבה בעיר בשווקים וברחובות לבקש לי מנוח אשר ייטיב לי ואשמע קול מדבר עיר וקדיש מן שמיא נחית מורי ורבי המקובל האלהי החכם ה"ר שלמה אלקבץ הלוי נר"ו ויביאני אל היכלי טירותיו ויורני ויאמר לי בני יתמוך דברי לבך הט אזנך ושמע דברי חכמים ויציבני על דלתי החכמה והתבונה מתוק מדבש ונופת צופים המהגים והמצפצפים בעמקי סתרי התורה ויהי בפי כדבש למתוק ואשקוד על דלתי מדרשו ואשמע נאמו ויועירני ללמוד דרכי הזהר ומפתחות לפתוח שעריו ויתחזק כי ואהי עוסק ימים ואשתומם ואומר מה טוב ומה נעים להיות עסקי זה כמה ימים אהיה לבן לחכמה הזאת באהבתה אשגה תמיד דדיה ירווני בכל עת ובכל רגע עד אשר לא תשכח מפי וכאשר באתי לשלם נדרי ערכתי לפני כל ספרי האלהי הרשב"י ע"ה ואתבונן בהם ויהי לבבי כהולך בלב ים וכשוכב בראש חבל נבוך ומתבלבל בעמקי הדרושים הרבים ואומרה אקח קסת הסופר אשר במתני ואערוך כל הדרושים עדר עדר לבדו עד אשים ריוח לשכלי בין עדר ובין עדר וכאשר יתחזק לבבי בדרוש הזה אפנה אל זולתו ואראה והנה עצתי נכונה ומיושרת מאת ה' מן השמים ואמתח מגלת ספר לפני לבעבור תהיה לי למזכרת ולהורות על ענייניה וסדריה קראתי' פרדס רמונים לסבות ידועות. ראשונה להיות שהחכמה הזאת חכמת הקבלה מכנים אותם בלשון פרד"ס כנודע שנית להיות שהמגלה הזאת תהיה לי למשיב נפש להתעדן בה בעולם זה ולעולם הבא ולכלכל בה כל שנותי והוא פרדס שנטעתי להשתעשע בו. והיא של רימונים להיות ששעריו הם נטיעותיו. ורימוניו פרקיו. ובם מסודרים חדושים זה בצד זה וזה בצד זה לא אחד ולא שנים אלא מלאים כרימון לכן יחסנוהו בשם פרדס רימונים. וראינו לחלק המגלה לשלשים ושתים חלקים ויחסנום בשם שערים להיות שהם שערים ליכנס אל פנימיות התורה וסודותיה. ועוד חלקנו השערים לפרקים מהם קצרים מהם ארוכים לפי מדת הדרוש שבכל פרק ופרק. ואנו מחלים פני המעיין לבל יכנס בשערינו אלה אם לא נמסרו לו המפתחות ודרכי השערים כי ח"ו ישיגהו היזק ולא תועלת ומי שנמסרו בידו מפתחות שיעור שיוכל לפתוח שערינו אנו מובטחים שיפתחו לו בשערינו אלה כמה וכמה מפתחות בחכמה הזאת ואל יקוה ממנו המעיין בביאור העניינים שתי פעמים כי יאריך לנו המלאכה לכן לא יסע מהפרק עד שידענו כי מה שיצטרך ממנו להשכלתו לא נחזור אלא נסמך על מה שכבר כתבנו בפרק הקודם וכן לא יעקור רגליו משער זה אל זולתו עד שישכלהו כראוי ואז ילך לבטח דרכו ולא יפחד ועכ"ז לא נאסוף ידינו מלבאר כמו שכתבנו במקום פלוני או כמו שנבאר במקום פלוני ואלה שמות השערים איש על דגלו באותיות: Estas son las palabras del joven Moisés, hijo de [el rabino] Jacob Cordovero, cuando reflexioné sobre los días de mi juventud. Pasaron y se desvanecieron ante mí, mientras perseguía todos los deseos y se extinguían sin esperanza. Y sucedió cuando llegué a la edad de veinte años y un vello dorado creció, que mi Señor me despertó como a un hombre que despierta de su sueño, y dijo a mi alma: "Hasta cuándo, hija obstinada, ¿hasta cuándo te embriagarás con tus pecados? ¿Hasta cuándo permitirás que tus pensamientos impuros habiten en tu corazón y olvidarás al Señor, tu Hacedor y Creador desde el seno materno? Ahora, levántate, clama a tu Dios y vigila sus puertas día tras día. Y Él sanará el altar del Señor, que está en ruinas". Estas son las palabras del joven Moisés, hijo de [el rabino] Jacob Cordovero. Cuando escuché la llamada, me levanté y recorrí la ciudad, los mercados y las calles buscando un lugar donde encontrar descanso que me beneficiara. Entonces, escuché una voz de la ciudad sagrada que descendía desde los cielos, mi Maestro y Rabino, el sabio cabalista, el venerable Rabi Shlomo Alkabetz, que en paz descanse, me condujo a su palacio de enseñanzas y me instruyó. Me dijo: "Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios". Me colocó en las puertas de la sabiduría y el entendimiento, que son más dulces que la miel, y me permitió observar los misterios ocultos de la Torá. Fui a través de los días, maravillado por lo bueno y agradable que era dedicarme a esta tarea. Me dije a mí mismo: "Cuánto me agradaría estar siempre inmerso en esta sabiduría". Su amor me embriagaba constantemente, y sus amantes palabras me deleitaban en todo momento. Cuando llegó el momento de cumplir mis votos, me presenté ante los libros del sagrado Rabi Shimon bar Yojai, que descanse en paz, y los estudié. Mi corazón se movía como las olas del mar y se tambaleaba como un barco en alta mar en las profundidades de las enseñanzas. Dije: "Tomaré la corona del erudito que llevo en mi cinturón y la colocaré sobre la cabeza de cada rebaño, uno por uno. Estableceré un orden en mi mente, separando uno de otro, y cuando mi corazón se fortalezca en esta enseñanza, me dirigiré a otras". Entonces, vi que mi consejo era recto y justo desde el Señor, desde los cielos. Abrí el rollo de un libro ante mí para que me sirviera de memoria y me guiara en sus asuntos y sus órdenes. Lo llamé "Pardes Rimmonim" (El Jardín de Granadas) para indicar las razones conocidas. Primero, esta sabiduría es la sabiduría de la Cábala, que se conoce como "Pardes". Segundo, que esta revelación sería un consuelo tanto en este mundo como en el próximo, y sustentaría todos mis años. Esto es "Rimmonim", granadas, que planté para mi deleite. Y es como granados, siendo sus portales los árboles plantados en él. Y sus capítulos son granadas. Y en ellos están dispuestos nuevos conceptos, uno al lado del otro, no uno ni dos, sino llenos como granadas, por lo tanto, se les llama 'Pardes Rimmonim' (El Jardín de Granadas). Y vimos que el rollo está dividido en treinta y dos secciones, y las llamamos 'puertas' para que sean puertas para entrar en el interior de la Torá y sus secretos. Además, dividimos estas puertas en capítulos, algunos de ellos son cortos y otros largos, según la naturaleza del tema en cada capítulo. Miramos hacia el pozo para que nadie entre en nuestras puertas sin las llaves y los métodos de las puertas, ya que, Dios no lo quiera, esto podría causar daño en lugar de beneficio. Aquel a quien se le han entregado las llaves, que sean del tamaño adecuado para abrir nuestras puertas, podemos estar seguros de que las abrirá. Hay varios conjuntos de llaves en esta sabiduría, y no esperamos de aquel que se sumerge en la explicación de los asuntos repetir dos veces lo que ya hemos escrito, ya que esto prolongaría nuestra labor. Por lo tanto, no avanzaremos desde el capítulo hasta que sepamos que lo que necesita para su comprensión no será repetido, sino que nos apoyaremos en lo que ya hemos escrito en el capítulo anterior. Así, sus pies no abandonarán esta puerta hasta que la entienda adecuadamente, y luego continuará su camino sin temor. Y con todo esto, no retiraremos nuestras manos de explicar, como escribimos en el lugar tal o como explicamos en el lugar tal. Y estos son los nombres de las puertas, cada una con sus letras.